Prótesis Institucional
Castellón
2005
Materializa y sirve de preámbulo a una reflexión más amplia que el Espai d’Art Contemporani de Castellón quiere hacer sobre el museo, sus límites y también sobre sus nuevas capacidades para establecer vínculos con el entramado urbanístico, social y político: con la ciudad y sus paisajes asociados.
Es una producción de Santiago Cirugeda en estrecha colaboración con el EACC, y que nace de una reflexión común en torno a los nuevos usos y disponibilidades de un centro de arte. El acceso a este nuevo conjunto arquitectónico es independiente del resto de las instalaciones del centro. Dichos espacios, bautizados con sorna el gordo y el flaco, aparecen recubiertos por una piel de casetones de plástico negro que habitualmente se utilizan como módulos de hormigonado, atravesados cada uno de ellos por cuatro varillas metálicas. La parte frontal de estas células habitables aparece acristalada en toda su superficie, lo cual las convierte en espacios públicos o semipúblicos dependiendo del uso y de la voluntad de sus ocupantes. La percepción óptica de la prótesis, como si de una estructura orgánica vibrante se tratara, viene dada por un principio de economía y desplazamiento respecto a los materiales que la conforman. Esta piel de volúmenes industriales y asaetados, de factura casi artesanal, puede leerse además como comentario irónico sobre el (ab)uso de lo high-tech en gran parte de la producción arquitectónica actual.
Aún tratándose de una intervención de carácter temporal, su construcción y puesta en escena se aproximan a la idea de arquitectura y, por tanto, convierte a su autor en arquitecto. A través de un vocabulario arquitectónico estridente con el contexto urbano que la rodea, esta intervención, que parasita la fachada más pública del edificio preexistente, constituye una verdadera declaración de intenciones sobre el papel y responsabilidades de la institución museística. Entendida la ciudad como marco definitivo de actuación -no sólo por sus capacidades como posible escenario en el cual intervenir sino sobre todo por constituirse como una red compleja de situaciones, de confluencias y desencuentros, de energía social en definitiva- esta prótesis o parásito construido representa no sólo una antesala de reunión y negociación sino también un espacio de resistencia.
Juan de Nieves, director artístico del Espai d’Art Contemporani de Castellón, 2005.