Casa Insecto
Sevilla
2001
Un vecino se manifiesta ocupando árboles en el barrio de La Alameda, contra un plan urbanístico demoledor, no consensuado con la ciudadanía, cuya labor especulativa y destructiva se inicia con la tala de árboles.

El colectivo Alameda Viva, junto a distintas personalidades del barrio, organizó un campamento de resistencia para impedir la tala de árboles y protestar e informar acerca de la implantación de un plan urbano que ignoraba los intereses y necesidades de los vecinos. Uno de los vecinos aprovechó la estructura de una escultura que nunca había podido instalar para montar la “casa insecto” o “garrapata” en la copa de un plátano de Indias. La “garrapata” constaba de un plano donde podía dormir una persona, cubierto por dos caparazones que lo aislaban del entorno: uno inferior, que servía como almacén o “estómago”, y otro superior con función de cubierta, para protegerse de las inclemencias del tiempo o de posibles agresiones. Se sujetaba al árbol por dos puntos abrazando a presión el tronco, de manera que, sin herirlo, garantizaba la estabilidad y seguridad de su morador.
La “garrapata”, junto a otros artefactos diseñados y montados por diferentes equipos de vecinos, formaban el campamento aéreo o “Villa Ardilla”, que completaba la actividad en tierra, sirviendo como reclamo visual para los paseantes.
A través de los medios de comunicación, se convocó a algunos miembros del Ayuntamiento en La Alameda para intentar llegar a algún acuerdo. Tras múltiples visitas y reuniones, los responsables prometieron detener las obras y revisar el plan, lo que la mayoría del colectivo consideró una victoria. El campamento aéreo se desmanteló por decisión colectiva, pese a la oposición de algunas personas. Un mes más tarde, aprovechando el inicio de las vacaciones de agosto, las obras se reanudaron.