Habitar el Gesto

La Habana

2020

Proyecto encargado por Naves Matadero – Centro Internacional de Artes Vivas en colaboración con un equipo de instituciones, investigadoras y profesionales cubanos de diversas disciplinas, ideado para poner en relación la práctica arquitectónica con la comunidad artística y humana de la ciudad de La Habana, a partir del conocimiento y la experimentación relacional, en el ámbito social y comunitario.

El núcleo de trabajo del proyecto Habitar el Gesto tiene el deseo de trabajar en espacios habitados, espacios de estado arquitectónico vulnerable, de alto valor patrimonial donde se pueda generar un ejercicio colectivo de recuperación no invasivo para las personas que viven en ellos. Este proyecto, además de poner en valor las relaciones de las personas con los lugares en los que viven y conviven con otras personas y familias, genera estrategias de implicación y participación ciudadana en la toma de decisiones para transformar y mejorar su entorno inmediato, encontrar soluciones alternativas ante la falta de recursos, hallar modos de organización interna e intercambio de herramientas creativas ante una situación de precariedad.

La Casa del siglo XVIII, objeto de la rehabilitación, que perteneció a la escritora cubana Dulce María Loynaz consta de dos plantas, con una extensa área de jardines y posee edificaciones alrededor. En 2019 se encontraba parcelada en varias viviendas llegando a vivir en ella 19 personas. La parte más deteriorada de la edificación es el lateral derecho de la segunda planta, aunque en general, si bien los interiores de la misma se muestran en buen estado, los exteriores, la fachada y las áreas de jardines no están en el mismo caso. Por su relevancia cultural (además de haber sido la morada de los Loynaz, Dulce María escribió allí su importante novela Jardín), patrimonial, la belleza y deterioro de sus fascinantes espacios y las condiciones en las que viven hoy las familias allí, este el lugar fue elegido para realizar la intervención central de todo el proyecto.
Siendo imposible la rehabilitación completa, debido a los medios económicos, cumpliendo los patrones de un edificio de valor patrimonial, y según los criterios de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el objetivo fundamental de esta intervención consiste en la paralización de los defectos de la construcción que generan patologías, como son la mejora de los aleros de la cubierta, y la limpieza, enfoscado, pintado y rehabilitado de las fachadas principales.
Con el trabajo afectivo con los mayores inquilinos, y el voluntariado que participó, se abordaron las obras de manera inclusiva, haciendo lo necesario para que la universidad, las escuelas taller, amigos y familiares puedan colaborar en distintos procesos de manera segura y siempre festiva.
Una coreografía de andamiajes, maderas, pinturas y enfoscados que haga recuperar ese sentimiento de pertenecía y responsabilidad de las distintas familias sobre este edifico, que, arreglado de manera parcial, ya devolverá la imagen cuidada de esta singular casa.

RECINTO DE OBRA INCLUSIVO – El andamio escenario.

La estrategia de rehabilitación, pasa por incluir a personas de diversas edades, formaciones, capacidades, etc. cada uno con un nivel de implicación, en tiempo y esfuerzo diferente, pero siempre aportando una historia y un esfuerzo.
El elemento principal de esta estrategia proyectual en una estructura con vigas de madera T20, y estructura de acero RH ambas perfectas para la construcción de un espacio de trabajo en varias alturas donde además de ejecutar operaciones de construcción, se celebran comidas populares, se escucha música o incluso ocurren actuaciones o proyecciones.
Un andamio normal para trabajar está en torno a 1 metro de ancho, aquí estamos en plataformas de más de 3m de ancho, llegando a 5m, a balcones, a escaleras varias. Se trata en definitiva más de una sala de estar exterior que un andamio.
Este andamio se construye a lo largo de la primera semana, con 2 arquitectos técnicos de Recetas Urbanas supervisando y acompañando el proceso. Estos mismos profesionales con otros miembros del equipo hacen a continuación los talleres de rehabilitación, cuidando las normas de seguridad y salud en obra, donde se incluye a vecinos, familiares y estudiantes de la CUJAE, escuelas taller y otras entidades que se interesen por este proceso. Se elaboran previamente las fichas de construcción y reparación de distintos elementos constructivos por dejar un material educativo, que siempre preparamos para los recintos de obra inclusivos, y que adaptamos a diferentes necesidades, según los participantes.

El andamio tiene 4 estadios, y se va moviendo a medida que los fondos permitan arreglar más parte del edifico. Para la primera etapa del “Habitar el Gesto” se dedica a arreglar la fachada Este, la más expuesta y dañada, contando con que el aprendizaje permita seguir con el proceso. Por lo tanto, el andamiaje se queda en la Habana, tutelado por una entidad responsable con la que seguimos colaborando a distancia.
Se plantea así pues una estructura espectacular que se abraza y se apoya en la deteriorada casona, pero igualmente da apoyo a la misma para hacerle cuidados y mejoras. Le devuelve el esplendor que se merece, y su apertura a visitas durante la obra, crean una narrativa que la convierte en una rehabilitación muy singular, donde además del cuidado en arreglar celosías de madera de la entrada principal, enfoscado y pintado, se culmina con la subida a la estructura donde los vecinos pueden sentarse a fumar un cigarro y conversar amigablemente.